¿Por qué?

Ayer, después de descansar el martes por falta de tiempo y que el día no era el mejor para salir a correr, tocaba volver a los entrenos, después de dos comidas importantes. No había ganas y, el cuerpo me decía que descansara pero la cabeza pudo más.
Zapas y a correr por la Isla de Las Esculturas entre ramas sueltas y truenos que avisaban de que iba a caer una buena. Por primera vez en mucho tiempo, no había nadie paseando por el lugar. Claro, día de Navidad y además lluvioso. Pues qué loco se pone a pasear por ahí a esas horas de la noche.....
La idea era correr o intentarlo, sobre 20min a ritmo de 5´ el km. Empiezo y ya veo que no voy fino. Culpo a los excesos del día. Sigo trotando a ritmo cómodo y los gemelos me empiezan a avisar. Segundo kilómetro y ya no puedo. Otra vez pinchazo en el gemelo derecho. Decido parar. Me quedaba una vuelta y la hago andando y cagándome en todo.
Llego a casa y sólo estiramientos, abdominales y sentadillas. No queda otra, otra vez a parar.

Claramente el cuerpo me está avisando en forma de pinchazos. Tengo claro que algo no va bien. Pero es que me jode mucho tener que parar de correr cuando las molestias de la rodilla van a mejor. Ahora el dichoso gemelo. Así es imposible.

Decido parar de correr, OTRA VEZ, y ya no se cuantas van. Se esfuma la carrera de Las Plazas, La San Silvestre y con toda seguridad la de Correndo Por Vigo. Es lo que hay.