El domingo tocaba disfrutar de la bici, hacia un dia cojonudo, asi que a meter kms de montaña para el reto de mayo.
Ritmo tranquilo para llegar a los pies del monte del Castrove, años atras, disfrutando con los miembros de la Peña, con las bicis de montaña chungas o con los coches todoterrenos. Aun me acuerdo de algun viaje con el Señor Cortegrueso por esos cortafuegos, subiendo el coche por sitios imposibles. Y aquellos comentarios de que jodido es subir a La Escusa por esa carretera.
Nada mas lejos de la realidad, 8kms de subida desde el cruce del Concello de Poio hasta el campo de golf de Meis.
Tranquilidad total, ni un coche, ni un ruido, solo uno y su bicicleta para intentar llegar hasta el final.
La subida es dura, pero ni la mitad de lo que nos espera en el Angliru.
Me encontre con un colega, que me llevo en volandas hasta la cima, a un ritmo increible. Tardamos en subir menos de 30min, cuando otras veces tardabamos mas de 40min e incluso me acuerdo de tardar una hora en subir.
A medida que pasan los años, se hace mucho mas facil la subida, pero las curvas miticas en herradura siguen ahi. Y la señal de 40 subiendo. ¿Quien coño la pondria?
Por ahi es muy dificil pasar con un coche a 40 y no digamos en bici, que se clavan las ruedas al asfalto.
Al llegar a la cima, se ve la ria de Pontevedra en todo su esplendor, sino fuera por la fabrica de Ence que tanto les dio de comer a algunos.
Despues bajada a saco para llegar a Samiera o a Dorron y volver por la carretera de la costa Sanxenxo-Poio-Pontevedra.
40kms, disfrutando del paisaje en 2 horitas peladas.
Ahora, a por el Lago de Castiñeiras.
Algunos se acordaran de aquella subida mitica con comentarista y coche cisterna pero eso es otra historia.