martes, 8 de diciembre de 2015

Corriendo por sensaciones

Después de la Behobia, tocaba seguir entrenando pero con mucha más calma. La carrera dejarla algo aparcada y disfrutar corriendo sin molestias.

Se hizo difícil, ya que ahora le gusta la carrera a Teresa. Después de una complicada Behobia, le ha pegado el punto de competir todos los fines de semana hasta fin de año. Poco le puedo decir y tendré que acompañarla, ya que siempre digo que lo que quieras para tí, dáselo a los demás.

Después de una buena carrera en Catoira, disfrutando de un 10k durillo y recuperando 2kms para entrar con ella en meta, era el turno de Forcarei. Toda la semana con molestias en el sóleo y con entrenos de elíptica para no perder la forma, salimos para allí sin muchas ganas de correr, entre el frío y las molestias.
Pero una vez allí y con el ambiente deportivo, había que acompañarla a ritmo cómodo los 7.300 metros con 4 vueltas a un circuito ratonero.

Foto de FotoCarlosGrafías

Dos grandes carreras con el único objetivo de disfrutar corriendo y que terminan un mes de noviembre, bastante extraño a nivel deportivo.

La carrera algo apartada pero cumpliendo el objetivo anual de llegar a 1.000 kilómetros. La natación, con los deberes hechos y pocos metros y la bici casi, casi. Ahora toca mejorar en las sesiones de gimnasio, que siempre se me atragantan. Últimamente, voy bastante más y aprovecho para fortalecer el core y darle mucho a las piernas. Eso me harán más fuerte y espero que haya menos lesiones.

Foto gentileza de Xoixe en correrengalicia.org
Seguimos para terminar el 2015 de forma digna.


domingo, 15 de noviembre de 2015

La Behobia desde el bagón de cola

Más de 30.000 participantes y yo uno de los últimos. Sin tiempo acreditado pero con mucha ilusión después de la experiencia del año anterior. Y con ganas de que los demás disfruten.

Toca ir en el bagón de cola para acompañar a Teresa. La ilusión que le transmití un año atrás, flipando con esta carrera, hizo que su objetivo de este año estuviera centrado por y para disfrutar corriendo por las calles de San Sebastián.


En esta entrada del 11 de Noviembre de 2014, Behobia 2014 , se demuestra que fue una carrera alucinante de principio a fin y como dicen algunos, hay que hacerla, una vez en la vida.


Llegamos a Orio, un pueblo de San Sebastián, después de más de 8 horas de viaje el viernes. Tocaba un fin de semana de pareja.
El viaje, mucho más ameno que el año anterior. Incluso disfrutando de Asturias y parando en varios sitios. Sin prisas por llegar y sin el agobio de tener que parar cada poco.

Una elección de lo más llamativa del alojamiento en una pequeña casa de lo más rural y bien comunicada. Sabia elección. El viernes de noche, cenamos algo suave y a descansar, ya que el día siguiente se presentaba muy duro.


Así fue, nos levantamos temprano. Trote suave para soltar piernas del viaje y probar sensaciones para la carrera. Todo en su sitio. Viaje a San Sebastián a coger el dorsal y disfrutar del ambiente del atletismo popular.


Llegamos a Anoeta y después de coger el dorsal, fuimos a recoger la camiseta y ver un poco los diferentes stands de la organización en el velódromo. La sensación no fue de asombro, ya que era exactamente igual que el año anterior pero incluso más masificado. Y eso que era de mañana.
Supongo que los nuevos si quedaron impactados del ambiente.
Un día duro en San Sebastián y vuelta para descansar y esperar al domingo.


Se esperaba un día caluroso pero nunca me imaginé que tanto. El año pasado llevé una camiseta para dejar en la salida y estar con ella hasta el final por el frío. Esta vez, no hacía mucha falta.
Cogimos el tren a las 8 de la mañana y del tirón hasta Behobia. El tren iba literalmente petao. 1hora de viaje con un calor sofocante y llegamos a la salida. 9:30 ¿y ahora qué?

Paseo hasta el lugar de la salida de 2kms y a desayunar. Preparados, listos, YA.
Se da la salida a los pros pero a nosotros nos queda 1h20min. ¡Tremendo! Pateada de las duras y llegamos a donde están los demás que, como nosotros no tienen tiempos acreditados y tienen el dorsal blanco. Les toca salir a partir de las 11:15 en tramos de 5min. De verdad que sigo sin entenderlo pero la organización siempre sabe más que yo y tendrán sus argumentos.


Lo que no acepto es que no pueden dejar a 15.000 personas que, se suponen menos preparados para correr una media maratón, más de una hora para salir y muchos de pie detrás de los que marcan los cajones de salida.

Y si, es una media maratón. Yo diría que incluso algo más. Porque si te pones donde empiezan a montar el cajón de salida, tienes que patear un kilometro. Me llevó exactamente 15min. Si, fuimos andando, pero el calor no nos lo quita nadie. 28 grados de sufrimiento y todavía quedaban 20kms y ahora si tocaba correr.

Gran ambiente por las calles de Irún pero mal organizado, ya que había coches que no deberían de estar ahí. Imposible correr a ritmo decente por el pueblo. La gente, eso si, animaba mucho. 2,5kms después de dar la salida, había un avituallamiento. Cual fue mi sorpresa que todos los de mi alrededor se fueron directos a buscar el vasito de rigor. Y si le llamo vasito. Un vasito de agua para beber y tirar. Decían que eran biodegradables. Todavía creo que tengo alguno sin degradar en mis New Balance.

¡Aupa Tere, aupa! le decía la gente y los niños te daban la mano para que se la chocaras. Al principio, hacia gracia y todos les seguían el rollo. Pero, ¡chavales, os recuerdo que quedan 18kms y son muy duros!
Y pasaban los kms. Los ánimos seguían, pero las ganas de chocar y de reir se hacían más duras. Llegamos al km5 y ¡NO TENEMOS AGUA! ¡NO JODAS! ¡QUE LA GENTE SE VA A DESHIDRATAR!
Escucho a un voluntario que podéis mojaros en las mangueras. Algunos lo hicieron, yo si, pero otros no. Teresa, no. Comienza la cuesta de la autovía. Veo a la gente muy mal. Algunos van andando y ¡quedan 13kms! La gente anima pero muchos creo que ni oyen.
Yo sigo acojonado. Creo que esto no va a terminar bien. Teresa sube cómoda. Le pregunto que tal va y dice que bien. Toma el gel y espera a beber en el siguiente avituallamiento. Esperemos que por lo menos haya algún vasito.
Me pasan dos chavales como motos y le pregunto si puedo ir con ellos un rato. Me dice que si. Y tiro para disfrutar un poco a mi ritmo y desconectar de los quejidos de los pulmones de algun@s.
Llego al siguiente avituallamiento y decido esperar. Literalmente me paro. Cojo dos vasitos y me los hecho por la cabeza. El calor aprieta. La gente, para mi sorpresa, sigue corriendo y solo bebe de uno o dos vasitos. ¡Ostia, para! ¡qué más da hacer 1h58min30sg que 2horas!

Llega Teresa, coge dos vasitos pero soy previsor y le cojo otros dos para echárselos por encima.
Llegamos a Errendetería, 13kms y ya queda menos. Pero las sensaciones son horribles.
Se para el tiempo en el km14,6 con 1h28min de calor y malas sensaciones.

Una hora y media después, entramos en meta con cara de felicidad, por no decir otra cosa y salir guapos en la foto. Pero hoy, 2 días después, y de haber leído todo lo que se ha comentado de la carrera, público mi entrada de la Behobia 2015. Una carrera que se debe de hacer una vez en la vida, es verdad, pero por Dios, rezar que no haga calor. Pero una sola vez y nada más.

                                                 

Se ha convertido en una carrera donde prima el espectáculo por encima del corredor. Y los organizadores solo buscan vender todo el merchandising o como se llame, que las marcas le suministran a un 40% de descuento, con una publicidad subliminal parecida a los amigos de Carrefour o MediaMark.

Si en vez de vender camisetas de Adidas con el logo de la BSS con un 40% de descuento o 20 geles por 10€, tuvieran más agua en los avituallamientos y le pidieran a la gente de Canarias unos cuantos kilos de plátanos que podrían repartir entre los más de 30000 corredores. Y unas 100.000 esponjas bien mojaditas para poder refrescarse.

Qué le supone a una organización que gana ¡1.575.000 €uros! (Al hacer la multiplicación acabo de flipar). Espera que lo vuelvo a hacer 45€ x 35.000 corredores inscritos igual a 1.575.000 €. Cago en la ostia.
Dónde estaban esas bebidas isotónicas frescas que como saben los profesionales no se pueden beber cuando están calientes sino hasta pueden ser perjudiciales. Si, había un vasito con un mejunje naranja que todavía no se que era pero estaba caliente de cojones y era imbebible.

Ya no quiero entrar en la cantidad de gente que pasó por los diferentes puestos de enfermería habilitados. Profesionales que te tratan como buenamente pueden y que, en ocasiones tienen que escuchar gritos de ¡no me toques! o ¡llámame a mi novia que no sabe donde estoy! y ¡El teléfono no lo se!
Esa gente que se tira toda una mañana de domingo ayudando para sacarse unas perras, trabajando como perros y, en ocasiones, en situaciones no muy recomendables. ¡1.575.000 euros, amigos! habréis ganado pasta a dolor, así que unas pocas quejas tampoco vienen mal.

Yo no volveré a tomar esos vasitos nunca más a la Behobia. Eso lo tengo claro. Probaré otras carreras, en donde prime más el corredor que el ganar pasta a dolor. Aunque me temo que, en pocos años, eso se acabará.

Eso si, nadie nos quita que hayamos vuelto a San Sebastián. Gran ciudad. Con gente especial y de comer a fartar.


Fotito remojada y baño en la Playa de La Concha. Las experiencias negativas siempre tienen un lado bueno. 

Y después de una buena ducha, un par de días de relax para volver a Pontevedra y descansar del deporte una semanita. 



Próximo objetivo, aguantar sin plantillas.







domingo, 1 de noviembre de 2015

Octubre lleno de running


Y se acaba un mes más de este 2015. Un mes interesante, en donde he metido bastantes kms de carrera a mis maltrechas patas. Los años empiezan a pasar factura y, cada día más, empiezo a darle vueltas a que lo de correr no va conmigo. Eso si, me dura dos días y al siguiente ya vuelvo a querer sufrir.

170kms en un mes que, desde el 2010 no había superado hasta hoy. Sigo pensando que 100kms de carrera al mes, son suficientes para cumplir con los objetivos marcados, pero me he dejado llevar este mes y hasta me he marcado una media maratón. Cosa que no me hace ni pizca de gracia.



Próximo objetivo, llegar a meta en familia en la Behobia - San Sebastián y disfrutar de esos 20kms de la mejor manera posible, en la mejor compañía.


Seguimos disfrutando de este magnífico deporte pero, ya apetece una pachanguita....



lunes, 5 de octubre de 2015

Otoño, ya estás aquí

Después de un buen mes de Septiembre mejorando de las molestias en los sóleos y con una buena dosis de kms, comenzamos Octubre con mucha fuerza. Ni el viento, ni la lluvia podrán con la ilusión de hacer deporte cada día.
Los fines de semana algunos los dedican a descansar. Yo, por el contrario me he propuesto reventar el cuerpo a base de kms y eso es lo que he hecho este primer finde. 10kms en El Grove, pese al temporal y al viento. 40kms de bici con mucho viento después del calentón del amigo Niballi, terminado un domingo pletórico con 5kms de carrera en transición.
Otra cosa son los tiempos. No estoy para tirar cohetes pero se va haciendo lo que se puede.
Seguimos para bingo... Objetivo Behovia 2015

jueves, 17 de septiembre de 2015

En Septiembre, Los Milagros y Portugal

Llegado el mes de Septiembre toca cumplir con la tradicional subida a los Milagros de Amil. Esta vez la hice dos veces en bici, una por Xeve y otra desde Barro. Subida a la que le tenía muchas ganas.



Todavía no tengo claro cual de las dos es más dura pero, aún siendo exigentes, las subí bastante cómodo. Otra cosa sería si llevara algún compi tirándome de las orejas.

                                                     

Después de estos buenos entrenos en bici y volviendo a coger sensaciones con la carrera, tocaba una tirada larga de esas que hacen afición y un sábado, aprovechando el tiempo desde muy temprano, me embarqué en una liada de las guapas. 130kms hasta Portugal en bici con la grupeta.

                                              

La verdad es que me encontré genial, incluso muy fuerte de piernas. Nunca había hecho tantos kms seguidos con la bici, así que, un reto más conseguido. De hecho, en Octubre ya se está masticando otra más.

                                                      

Estos últimos días han sido de recuperación y de centrarme en los objetivos laborales, que son más importantes. Llego muy justo al final del día y, entre el tiempo y el fútbol, no apetece nada entrenar.
Eso si, apuntado estoy al Duatlon de Porriño que lo haré para disfrutar de los últimos toques del deporte más gratificante por los que pasé. Después, ya pensaremos en la Behovia.

Ahí seguimos ¿quién dijo que iba a ser fácil?


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